Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

sábado, 2 de abril de 2011

Es tu vida, original y perfecta tal como nace de ti

PROLOGO

ACOTACIONES AL BORDE DE LAS PAGINAS DE “HOY ES MAÑANA”

Por:R.J.LOVERA DE-SOLA

Para María Elena Bermúdez: Dédalo

a través del laberinto de nuestra amada amiga. Logró además, para hacer clara la lectura, volver a construir el Hilo de Ariadna.

Comienzo, Fina querida, por dejar constancia de una serie de puntos generales que fui apuntando a medida que leía tu libro, varias de esas cosas ya las hemos conversado a través de nuestros nutridos e-mails(ese nuevo género literario) y sobra repetir que leer tus páginas fue para mi como mirarme en un espejo porque en tu libro está la historia de nuestra generación, de los que cumplimos veinte años en 1966, y nuestro mundo de humanistas cristianos para quienes las búsquedas espirituales e interiores, a través de diversos caminos, han sido parte central en nuestras vidas lo mismo que la huida continua de toda frivolidad para lo cual siempre hemos tenido valor, cosa que decía haber vivido casi toda su vida nuestro gran don Ramón Díaz Sánchez(1903-1968):“¡gran universidad esta de la vida¡ El aprendiz de escritor se forjó al fin un programa. El mío fue sencillo y sincero seguir amando lo creado en su doble valoración espiritual y biológica: detestar la demagogia sin disimulos ni ocultaciones: preferir la soledad a la compañía de los falsos apóstoles, de los payasos de circo y de los bellacos que fingen rendir culto al espíritu para dar satisfacción a sus vientres. En una palabra: conservar el valor de ser antipático”(Presentación de sus Obras selectas. Caracas: Edime, 1967,p.10). Nosotros hemos huido de las máscaras, de los disfraces, de los carnavales de todos los días.

Lo que fui escribiendo mientras leía, sobrecogido, tu escrito, a veces llorando, al contemplar el hondo testimonio de tu vida en Hoy es mañana es lo que está aquí.

Lo que concluí fue primero que tu libro es la historia de tu vida, contada como se hace una autobiografía viajando hacia lo más doloroso de ti misma. Por cierto escribir memorias a pocos escritores venezolanos ha tentado, aunque hay obras singulares entre nosotros: el Diario de Francisco de Miranda, varios tomos del Diario de Rufino Blanco Fombona, las Memorias de un venezolano de la decadencia de José Rafael Pocaterra, Regreso de tres mundos de Mariano Picón Salas y dos que siempre añadiríamos Escrito de memoria de Laureano Vallenilla Planchart y La cola del huracán de Víctor Manuel Rivas, está última ha sido estudiada como una novela pero es un memorial de lo vivido, recuerdos que nos permiten ver nuestra historia contemporánea con ojos distintos a la de los historiadores cercanos al poder, a los dos grandes partidos democráticos. En cambio Rivas nos da el sesgo de la mirada que sobre nuestra contemporaneidad registraron aquellos que como Rivas acompañaron a López Contreras y Medina Angarita en su modo constructivo de gobernar, quienes desde el 18 de octubre de 1945 abandonaron el servicio público y volvieron a él, como el autor de La cola del huracán, llamados por Carlos Delgado Chalbaud(1909-1950). Aquí anotaríamos también, para cerrar el párrafo, páginas autobiográficas de Argenis Rodríguez, los testimonios personales de Angela Zago sobre la guerrilla de los sesenta al menos en Aquí no ha pasado nada y Sobreviví a mi madre y los tres tomos, muy recientes, de las memorias de Guillermo Morón: A la intemperie(1998), Patiquines, pavorreales y notables(2002) y Memorial de agravios(2005).

Siempre queda la pregunta del por qué los escritores venezolanos no utilizan el género confesional: en verdad lo que se puede concluir es que siempre prefieren ocultar, esconder, poner tras bambalinas, la verdad de lo vivido, colocar todo tras los velos de la ficción, por medio de lo imaginado, en novelas, cuentos u obras dramáticas, poner así y allí sus recuerdos, vivencias y memorias, crear lo que nuestro Mario Briceño Iragorry(1897-1958) llamó “títeres de mi invención”,”fantoches libremente imaginados” o, como más adelante anota: ”Lejos de pintar intencionalmente figuras personales he labrado espejos de fino alinde, donde algunos individuos, al contemplar su estructura interior, podrán ver reproducidos rasgos personales, sin que terceros adviertan, de su propio juicio, detalles que los individualice en el campo social”(Los Riberas,ed. 1957,p.7). Ahora, claro está, los contemporáneos de esos creadores, escritores que parecen encerar en sus libros sus vivencias, son claramente advertidos por sus coetáneos porque muchas de esas vividuras son colectivamente conocidas, hasta ellas llega el oficio del lector. Y más tarde son también vistas, en toda su significación, por los estudiosos del pasado, por los historiadores literarios, y por aquellos que hacen el inventario de lo confiado en la página en blanco a través de la palabra escrita.

En cambio en Hoy es mañana vas directo a lo sentido en cada momento, el libro es un “testimonio de vida”, una historia de un existir como los anteriores citados, las autobiografías verdaderas, los libros que proceden del contar lo que ha dejado huellas en ti. Y a través de Hoy es mañana, pese a los pesares y angustias a que te llevó el vivir, lograste, gracias a angustiosas búsquedas, encontrar la luz al final de la inmolación, al menos desde que te acercaste a la Abadía de Güigüe que significó tu resurrección después del padecer.

A medida que leía me di cuenta que en Hoy es mañana te expresa como una mujer intensa y veraz, quien dice en sus renglones lo más hondo de sí misma.

Es un libro valiente en el cual no temes decir la verdad, tu verdad, ser fiel a tus principios e ideales, dejar claro tu deseo de perfeccionarte cada día a través de diversos interrogantes y de las respuestas que pudiste hallar. Claro está que tuviste tu guía en el laberinto y que este te vino del amor. Pero sobre todo la obra es la historia de una buscadora, de alguien quien no se detuvo en su camino, andando de un lado para el otro hasta encontrar, después de mucho peregrinar, las verdades que te llenan.

Ese ser: tu, gran indagadora, una mujer que no tiene miedo, se impuso tareas apasionadas y laboriosas como las que se propone aquel que lee cotidianamente no sólo para saber más, para aprender otras cosas, para repasar buenos libros, para gozar con el bello estilo de algunos escritores o con los planteamientos de otros. Aquí también esa labor, emprendida cada jornada, es para llegar al corazón de uno mismo, para crecer, para seguirse educando, para que los libros nos muestren otras vías hacia nuestro interior y para bien de aquellos que amamos y están cerca de nosotros.

Todo en Hoy es mañana es muy vivaz, muy sutil, muy perpicaz. Y, claro, muy pensado, muy reflexionado, muy macerado interiormente.

Este es el testimonio de una escritora que siente, que palpita, tanto que toca y roza las entrañas, siempre llenas de sangre. Marca también el corazón, nos muestra como debe ser la verdadera literatura: nos hace gozar con su lectura, que nos muestra ciertos universos, pero que nos lleva a hacernos preguntas y a llegar hasta la verdad.

Pero es también “sombrío”, no porque no se puede ver nada sino porque la “nocturnidad” es condición femenina: como el útero. Es “el continente oscuro” que dice Ana Teresa Torres. Pero esa noche es también psicológica y lunar. Y hay quien piensa, porque todos somos masculino y femenino, que es allí en lo nocturno donde reside también la sexualidad y el erotismo del ser humano, su modo de expresión del amor de forma más íntima porque hacer el amor es mirarse en el espejo de otro ser, en la cara y en los gestos, de aquel que estás amando, tu pareja, porque tu confesión es siempre heterosexual. Al acercarse al amado se vuelve, se hace viva, de nuevo la anotación de Sigmund Freud(1856-1939), está en una línea de La interpretación de los sueños(1900), según la cual siempre está presente “el mágico poder del sexo”(ed.2000,t.II,p.105).

Es bienvenida la pasión, es una bienaventuranza que hayas recibido todo el amor que te ha llegado a través de tu compañero y a través de esa maternidad tan fecunda de la cual gozas: hijos y nietos. Y además también tienes cerca el gran don que es la amistad de ciertas personas que has elegido para estar cerca de ti, para hacerle tus confidencias. Los amigos y las amigas nunca usan máscaras, siempre nos escuchan, cada día nos quieren, por eso son pocos: ¡pero que regalo es tenerlos o tenerlas¡.

Pero mientras escribías no sólo has tenido cerca la presencia constante de tu eterno amador sino la guía de un maestro en estas artes de buscarse así mismo como José Manuel Briceño Guerrero, en buena hora fue tu encuentro con él, por allá por las montañas andinas, en esa Mérida entrañable por muchas razones para mi.

Por cierto, hay que decirlo, el título tiene una honda significación en tus palabras y en el mensaje del libro. Para mi quiere decir que todo lo escrito se proyecta hacia el futuro desde el hoy en que fue redactado. Pero a la vez es tu lúcida petición que aquello que deseas que mañana sea un hecho pides también, con urgencia, que sea implantarlo ya, hoy, inmediatamente. Incluso están en tus páginas muy vivas unas líneas del Premio Nóbel(2006), el turco Orhan Pamuk, cuando dice en su novela La casa del silencio,”Lo que más me intriga no es si me leerán o no, sino en qué se convertirán después de haberlo leído” (ed.2006,p.244). Esto pasará con tu libro entre esas personas insospechadas, a veces nunca conocidas, que son los lectores quienes desde algún rincón ignorado lean las hojas de tu libro.

Y considero que en tu caso muchas de las lecciones de nuestros místicos cristianos, seres centrales en nuestra experiencia religiosa, como Santa Teresa de Jesús(1515-1582), la de Ávila, nacida tras las murallas de aquella ciudad inolvidable para quien la haya pisado, y San Juan de la Cruz(1542-1591), también castellano han sido esenciales para ti. Creo que ambos han sido decisivos en tu meditación, creo que para muchas cosas que cuentas en Hoy es mañana. A San Juan de la Cruz lo nombró Juan Pablo II(1920-2005) “patrón de los poetas de habla castellana”, por ello está más cerca aun de los creyentes pero sentido desde el don de la poesía que escribió. Sobre él este Papa había hecho su tesis doctoral y para leerlo en su propia lengua aprendió castellano. Lo que también hizo Sigmund Freíd para leer a don Quijote, él mismo lo recordó así en una carta(mayo 7,1923).

Cerramos con una observación sobre el género autobiográfico que debemos a la filósofa española María Zambrano(1904-1991):”La confesión es salida de sí en huida….Más también se manifiesta en la confesión el carecer fragmentario de toda vida, el que todo hombre se sienta a sí mismo como trozo incompleto, esbozo nada más, trozo de sí mismo, fragmento. Y al salir, busca abrir sus límites, transponerlos y encontrar más allá de ellos, su unidad acabada. Espera como el que se queja, ser escuchado; espera que al expresar su tiempo se cierre su figura; adquirir, por fin, la integridad que le falta, su total figura…Por eso la confesión supone una esperanza: la de algo más allá de la vida individual, algo así como la creencia, en unos clara, en otros, confusa, de que la verdad está más allá de la vida…La confesión solamente se verifica con la esperanza de que lo que no es uno mismo aparezca. Por eso muestra la condición de la vida humana tan sumida en contradicciones y paradojas…La confesión cómo genero literario no ha alcanzado igual fortuna en todas las épocas. Es algo propio y exclusivo de nuestra cultura occidental y dentro de ella aparece en momentos decisivos, en momentos en que parece estar en quiebra la cultura, en que el hombre se siente desamparado y solo. Son los momentos de crisis, en que el hombre concreto, aparece al descubierto en su fracaso”(La confesión: género literario,ed.1988,p.22-23). Es por ello que la gran española que hemos citado inicia su lúcida exploración del género con san Agustín de Hipona(354-430 dC) autor de Las confesiones y dedica también tanto espacio también a las también Confesiones(1782) de Juan Jacobo Rousseau(1712-1778), obras escritas en dos momentos de encrucijada, de cambio de civlizaciones, la decadencia del imperio romano en el primero, el nuevo mundo que nacía con los pensadores de la Ilustración. Y, tu querida Fina, para terminar como iniciamos esta carta a ti, también estás en situada en una grave encrucijada venezolana a cuyo pie debemos poner tus recuerdos y tus lúcidas meditaciones en Hoy es mañana.

San Bernardino:

Día de Santa Isabel

Julio 8,2007


sábado 28 de junio de 2008

Josefina Weidner, autora de "Hoy es mañana": "Uno mismo genera su propio caos"



Josefina Weidner acaba de publicar una autobiografía que atrae por su rasgo confesional y el estilo con que cuenta una parte de su vida cuando vivió, como todo el mundo, cosas justas e injustas, sólo que ha tenido la valentía de narrarlas para exorcisarlas y lograr atrapar el aura positiva que subyace en toda experiencia por más dura que sea.


"Escribí este tipo de literatura utilizado más con fines espirituales, sanadores, que saque tanto lo bueno como lo no conocido que uno tiene adentro. Eso se consigue cuando a través de ejercicios diarios de escritura, sin pensar en fama ni en nada literario como objetivo. Nace así una escritura terapéutica".


¿Usted la comenzó sabiendo a conciencia que era terapéutica?
No. cuando yo me vi en una situación límite de mi vida, José Manuel Briceño Guerrero, me mandó a hacer ese ejercicio. Tenía que enviarle a él diariamente un ejercicio vía Internet. Mientras le mandaba los escritos él estuvo una mayor tiempo en China, yo no lo sabía, creía que estaba en Mérida, donde vive.


Briceño Guerrero me puso en un correo que asoció mucho el libro y la escritura que emprendí con el momento que está viviendo el mundo con Quirón, el planeta. Estamos viviendo una etapa quironiana, de sanación de heridas. La única forma de sanarlas es sacándola. Cuando una está muy suavecita, muy "papaya" no te das cuenta. Tienes que enfrentarte al momento caótico, con realidades que no son suaves. Este es un momento de gran avance espiritual. Eso nadie lo entiende, ni uno mismo, si utilizamos la lógica tradicional, pero lo es.


¡Uno jamás se imagina con las cosas que puede salir Guerrero Briceño... ahora hablando de Quirón..!
La historia de Quirón además es muy triste porque a él nadie lo quiso, la misma madre se volvió una planta de tilo cuando lo vio porque era muy feo, además que ni como centauro ni siquiera sabía serlo porque era bueno. Y sin embargo viene a ser Quirón el sanador y el maestro de Aquiles.


A mi me comentaba una amiga, Silvia Degwitz, que incluso que mucha gente no se identifica ahora con ellos si no con la parte quirodiana. No hay que cargar a la gente más de culpas. No es encerrarlo en sus propias limitaciones. Es abrirle a la gente la puerta de salida. Ya es la hora que sepamos que al darme la mano tienes también una posibilidad de crecer.


En el bautizo del libro habían dos psiquiatras, Ana Teresa Torres y el doctor Quirós, a él le gustó mucho porque hace esa misma dinámica con parejas, que la gente escriba.


¿Cuantos años tardó en esta especie de confesionario?
Del 2006 al 2007 pero continúa. Cuando se bautizó el libro en la Fundación Herrera Luque, y se hizo allá no por nada en contra de Valencia, si no porque mis amigos, el prologuista Roberto Lovera fue mi maestro de cuarto año de bachillerato y mis amigos de infancia están reunidos en esa Fundación, por esa razón se propuso que fuera allí. Se logró una energía muy bonita en ese momento, pero yo me sentí, al finalizar, muy vacía, porque se cerró un ciclo, por eso saqué el libro, para cerrar una etapa y sanar, no para iniciar una pelea. ¿Abrir? No sé qué.


¿Por qué no hacerlo con el blog suyo "El muro te lamenta"?
A la luz de eso yo abrí un blog en el que me desahogué y criticaba cosas, pero me di cuenta también que ese tono ya no es el mío. Esa etapa la quemé. Hay un punto en el libro en el que quiero hacer como un hincapié de cómo se puede llegar en momentos a ser crueles con nosotros mismos y generar un caos en torno a uno mismo. No es una tercera persona.


A través del libro lo que quiero, lo expresa muy bien el premio Nobel de Literatura (2006) Orhan Pamuk, sobre lo que deseo que genere el libro, porque en todo caso no quiero criticas a terceras personas si no como uno mismo puede encerrar en un mundo de falsedades generando angustias hacia uno mismo. No son los demás los que lo agreden a uno, uno mismo genera su propio caos. Esa es la realidad en la que tenemos que hacer hincapié ahorita. No son los demás los que nos están matando. Nosotros hemos generado mucho caos en torno nuestro.


¿Por qué no hay un escrito de Briceño Guerrero en su libro?
Por que él contestaba correos, pero yo tampoco quería especular basándome en la fama de él. Es más no he hecho dos bautizos que él quiere que se hagan, uno en Valencia y otro en Mérida, porque yo misma me cohibí. Yo estoy pisando el "border line" de no querer que este libro, tan confesional, se empiece a sustentar en la fama sobre alguien o que se quiera hacer un trabajo interior. Yo no sé si es comprensible lo que acabo de decir...


¿Usted lo que le interesa es el trabajo interior?
Sí. Y hacia cerrar círculos de mi propia vida. Demostrar también que pueden haber etapas de la vida de una persona que son perjudiciales para ella, que pueden generar una carga, que pueden ser auto destructivas en apariencia, pero en el fondo son momentos de vida para su crecimiento interior, si lo tomas positivamente. Que existan personas que son los instrumentos de ejecutar acciones eso no es culpabilizar a nadie. Son momentos.


Hay una apertura a nivel cósmico muy intensa, porque en apariencia no hay nada bueno en la actualidad pero no es así. Y no es que se tenga una cantidad de victimarios sobre ti, porque la misma relación puede ser de sanación mutua.


En el prólogo del libro escrito por R. J. Lovera De-Sola se lee: "... Hoy es mañana va directo a lo sentido en cada momento, el libro es un "testimonio de vida", una historia de un existir como los anteriores citados, las autobiografías verdaderas, los libros que proceden del contar lo que ha dejado huellas en ti. Y a través de Hoy es mañana, pese a los pesares y angustias a que te llevó el vivir, lograste, gracias a angustiosas búsquedas, encontrar la luz al final de la inmolación, al menos desde que te acercaste a la Abadía de Göigöe que significó tu resurrección después del padecer.


A medida que leía me di cuenta que en Hoy es mañana te expresa como una mujer intensa y veraz, quien dice en sus renglones lo más hondo de sí misma.


Es un libro valiente en el cual no temes decir la verdad, tu verdad, ser fiel a tus principios e ideales, dejar claro tu deseo de perfeccionarte cada día a través de diversos interrogantes y de las respuestas que pudiste hallar. Claro está que tuviste tu guía en el laberinto y que este te vino del amor. Pero sobre todo la obra es la historia de una buscadora, de alguien quien no se detuvo en su camino, andando de un lado para el otro hasta encontrar, después de mucho peregrinar, las verdades que te llenan.


Ese ser: tu, gran indagadora, una mujer que no tiene miedo, se impuso tareas apasionadas y laboriosas como las que se propone aquel que lee cotidianamente no sólo para saber más, para aprender otras cosas, para repasar buenos libros, para gozar con el bello estilo de algunos escritores o con los planteamientos de otros. Aquí también esa labor, emprendida cada jornada, es para llegar al corazón de uno mismo, para crecer, para seguirse educando, para que los libros nos muestren otras vías hacia nuestro interior y para bien de aquellos que amamos y están cerca de nosotros.


Todo en Hoy es mañana es muy vivaz, muy sutil, muy perspicaz. Y, claro, muy pensado, muy reflexionado, muy macerado interiormente. Este es el testimonio de una escritora que siente, que palpita, tanto que toca y roza las entrañas, siempre llenas de sangre. Marca también el corazón, nos muestra como debe ser la verdadera literatura: nos hace gozar con su lectura, que nos muestra ciertos universos, pero que nos lleva a hacernos preguntas y a llegar hasta la verdad.


Pero es también "sombrío", no porque no se puede ver nada sino porque la "nocturnidad" es condición femenina: como el útero. Es "el continente oscuro" que dice Ana Teresa Torres. Pero esa noche es también psicológica y lunar..." (Notitarde, 28/06/2008, Confabulario).-


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